Las Historias de Loca Pancha:
Loca Pancha y La Luna
La luna nunca deja de sorprenderme, ella sí que es una gran amiga. Ella siempre está ahí mirándome y aun cuando no la veo esta allí. Una noche creí que estaba sola, pero no lo estaba, esa fue la noche que lunita y yo nos conocimos. Decidí tirarme a hacer lo que quería pues nadie me iba a vigilar, nadie a quien rendirle cuentas, nadie que me reprochara vivir a mi manera. Así que me tire pa’ la playa a las 12 de la noche yo sola, quería recostarme en la orilla y sentir las olas arropar mi cuerpo, olvidarme que el resto del mundo existía. Pero no estaba sola, la luna me acompañaba, me miraba, me servía de farol en aquella noche oscura y yo ni lo sabía. Tengo que admitir que no era mi costumbre hacer esta clase de cosas y la luna lo sabía, por eso a ella también le estuvo raro y bajo a preguntarme:
Mira loca? Que tú haces aquí tan tarde? Sin nadie que te acompañe?
Disfrutando de la noche sola lunita, y soy yo y solo yo. Le conteste sin moverme de la orilla.
Mira loca? Y porque si estás aquí no estás admirando mi belleza, mi brillo, como me reflejo en las aguas de este mar calmado? Pregunto la luna un poquito molesta.
Cálmate lunita, que estas como que media narcisista. Tienes razón, no vine aquí por ti, pues conozco a otra bella que debo admirar.
Quien?
Yo. Conozco otro reflejo que también se ve hermoso en el agua, otro cuerpo que también se alimenta de la pureza de un mar calmado.
Cual?
El Mío.
Ja! Y ahora quien esta narcisista? Me pregunto riéndose la lunita.
Ay Lunita no seas envidiosa, comparte, que la noche, el océano y tu luz son vastos y hay espacio para las dos.
Sabes qué? Tienes razón. Y así la luna se devolvió a los cielos, orgullosa de la hija que crio. Enamorada de la confianza de una mujer que se acepta, que se ama.
Y es por eso que desde esa noche la luna y yo somos amigas, de vez en cuando todavía la voy a visitar, cuando esta llenita, en la orilla de la misma playa en que se me presento, y nos contamos cosas de la vida mientras ambas contemplamos nuestra belleza, nuestra grandeza y nuestro lugar en el universo.
